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Las tres razones de la baja tasa de postulación de latinos en programas de MBA en EE.UU.

Al momento de decidir postular a un programa de MBA, el camino siempre se ve muy cuesta arriba. Es un proceso difícil, diseñado para eliminar a los que no están TAN interesados en postular. La demanda por puestos es tanto más grande que las oficinas de Admissions de los programas más prestigiosos pueden eliminar fácilmente más del 90% de las aplicaciones sin tener un impacto relevante en la calidad o cantidad de postulantes. Las personas que postulan lo hacen pensando en el prestigio y el acceso que estos programas otorgan a sus egresados, y esto todavía sigue siendo verdad. Yo lo viví! Pude trabajar en una empresa de clase mundial por cerca de dos años y medio en California y logré ese puesto principalmente porque egresé de un programa de alto prestigio en EE.UU. Pude trabajar en Apple gracias a mi MBA en Wharton. Aún así, viví en persona el hecho de que la postulación a un MBA siendo de Latino América es un poco más complicada que para el resto del mundo. Veamos primero los datos sobre este fenómeno y luego trataremos de explicarlo mediante tres razones.

A nivel general, ¿cómo se ven las tendencias en las postulaciones desde este lado del mundo?, ¿sigue habiendo gente dispuesta a pasar por un proceso de postulación tan complicado para obtener esa posición en el programa elegido? Vamos a los números. Desde 2014 a 2018 (últimos datos disponibles), el número de personas que ha dado el examen base de admisión a las universidades, GMAT, se ha mantenido relativamente constante: de 244 mil pasamos a 242 mil al año. Los puntajes promedio han aumentado sólo un 3% (de 549 a 565 puntos) y ha aumentado el porcentaje de mujeres que dan la prueba sobre el total, de 43% en 2014 a un 46%. Como vemos, los números de postulación en los últimos años han estado relativamente constantes.

¿Y en Latino América?, ¿cómo ha evolucionado el número de personas que deciden dar una prueba de Matemáticas, Verbal (en Inglés!), Razonamiento lógico y Escritura (también en Inglés!) para poder entrar posteriormente a un programa de MBA? La verdad es que la tendencia es similar a la que vemos a nivel mundial. Los datos desde 2014 a 2018 se mantienen relativamente estables y la representación es baja. Un 3,6% del total de personas que dan el test son de México, Centroamérica, Sudamérica y España (cerca de 9.000 personas). De ese total de personas, el 33% son mujeres. Los puntajes promedio, excluyendo a España, son cercanos a los 549 puntos (España está más cerca de los 589). Adicionalmente, y con datos desde el 2013 al 2017, es interesante hacer notar que el número de aplicantes de Latinoamérica (excluyendo España) que obtiene sobre 700 puntos en el total del examen, lo que es normalmente considerado un puntaje bueno para un estudiante cuya lengua materna no es el inglés, ha tenido un crecimiento anual de 16%. Es decir, el número de personas no ha aumentado, pero los puntajes de los latino américanos están cada vez mejor y por ende, no es un problema de aptitud.

¿Por qué sólo un 3,6% de la población que toma el test es hispanoparlante?, ¿Por qué es tan difícil que una persona tome la decisión de dar este examen y hacer una postulación a un MBA desde Latino América? En mi opinión, pueden ser (al menos) tres razones principales que pueden explicar esto:

Razón #1: el idioma

La gran mayoría de los países de Latinoamérica son hispano-parlantes. Desde muy pequeños, sólo debemos hablar español para poder desempeñarnos de manera correcta en nuestro trabajo. Además, nuestros vecinos también hablan español, entonces si necesitas viajar a cualquier parte de Latinoamérica (excepto por Brasil, aunque de todas maneras hablando español te das a entender) no necesitas aprender otro idioma. Obviamente esto está cambiando, con un mundo cada vez más globalizado, el aprendizaje del inglés está creciendo muchísimo, pero seguimos muy atrasados respecto a otras regiones del mundo.

Un ejemplo claro de las diferencias que viví en el MBA fue cuando trabajaba con gente de Asia. En India y frecuentemente en China, cada vez más personas aprendieron el idioma desde muy temprana edad. En Apple, los ingenieros de India que trabajaban en mi equipo lo aprendían al mismo tiempo que aprendían su idioma natal. Esto hace que se conviertan en postulantes muy interesantes para las universidades, con muy buenos puntajes en Matemática, pero además muy buenos puntajes en Verbal, ya que dominan el idioma desde pequeños.

Lo relevante de esta tendencia es que estamos mejor. El porcentaje de personas en Argentina que habla inglés es cercano al 9% de la población, en Colombia es cercano al 4%, en Chile es 10%. Sin conocer en detalle el número en cada país, hace años atrás esos porcentajes deben haber sido mucho más bajos.

Para alguien que quiere hacer una postulación al MBA desde Latino América, el hecho de aprender un idioma nuevo para postular, es algo… complicado. Es una de las desventajas que un postulante latino americano enfrenta y que las contrapartes de EE.UU., Europa y Asia no deben superar.

Razón #2: por estar muy cómodo en tu país de origen

La gran mayoría de los postulantes a un MBA desde Latinoamérica provienen de las mejores universidades del país y de las carreras más prestigiosas. La gran mayoría son ingenieros o administradores de empresas, trabajan en las compañías más relevantes dentro de sus países y cuentan con una situación económica que los ubica por lo menos en el Top 10% en la distribución de ingresos de cualquiera de sus países de origen. Es una posición extremadamente cómoda y muy difícil de querer salir.

Cuando uno va a EE.UU. o Europa, comienza su programa y deja de tener un ingreso laboral (o muchas veces dos ingresos laborales si estás en pareja), volvemos a convertirnos en estudiantes. Con esto, la calidad de vida también baja. No todos estás dispuestos a considerar esa baja en la calidad de vida! Hay algunas personas que desconocen esto al momento de iniciar el proceso de postulación, pero conforme van avanzando y van conversando con más personas, se comienzan a dar cuenta de lo que les espera y no están dispuestos a continuar. Obviamente que esta situación no es la misma para todos, ya que algunos van sponsoreados por la empresa donde trabajan, y por ende, los gastos disminuyen considerablemente y hay otros que cuentan con los recursos económicos para solventar todos los gastos asociados a pasar dos años como estudiante.

Salir del status quo es un paso complicado de dar. No es fácil. No todos pueden hacerlo. Y menos cuando esa posición en la que uno se encuentra es tan favorable en términos sociales, económicos y laborales. Pero las posibilidades y opciones que se abren después de estudiar un programa de MBA de prestigio en el extranjero, además del crecimiento personal (y a veces familiar) que se logra con ese paso son inconmensurables. La postulación a un MBA desde Latino América debiese ser una opción para más personas.

En mi caso personal, salimos de una posición muy cómoda con mi familia (esposa, hija de nueve meses y hasta un pequeño perro) en Chile, para vivir dos años como estudiantes en Filadelfia, EE.UU. incorporando a otro integrante más en el camino. Finalmente, después de esos dos años, pasamos dos años y medio más creciendo como familia viviendo en Cupertino, California. Mis dos hijos hablan inglés, conocimos personas fabulosas de todas partes del mundo y pudimos aprender a conocer (y conocernos) de una manera muchísimo más profunda. Haber tenido esa experiencia desde el punto de vista personal, familiar y por supuesto, laboral, es algo que estoy seguro tendrá beneficios y ramificaciones inesperadas a lo largo de los años. Haber trabajado en Apple lanzando iPhones nuevos y manejando la operación de la producción en China desde EE.UU. es algo increíble y sólo el MBA me dio la oportunidad de poder realizar ese tipo de trabajos.

Razón #3: porque no es tan claro que sea una gran inversión desde el punto de vista financiero

Si estás sponsoreado por la empresa en la que trabajas, esta razón no tiene mucho sentido. No aplica. Pero si tu tienes que pagar todo el costo del programa (y de tu vida y tu familia), esta puede ser una muy importante.

Los costos asociados a estudiar un MBA en un país como Estados Unidos son considerables. Los costos de matrícula (tuition fees), han aumentado (y no sólo ajustados por la inflación). En Wharton, por ejemplo, el costo de asistir al programa alcanza los US$ 80.000 por año (en 2014 eran más cercanos a los US$64.000). En Harvard, US$ 73.000, en Stanford US$ 73.000. Si bien muchas universidades cuentan con becas, programas diferenciados según tu composición familiar y préstamos para pagar el costo de tu educación, el costo de esa deuda no deja de ser relevante, incluso luego de considerar todas esas formas de pago.

Adicionalmente a estos pagos, hay que considerar dos elementos adicionales: los gastos que se realizan de casa, comidas, salud, transporte, viajes y entretención; además del costo alternativo de no contar con dos años de ingresos laborales. Con respecto al primero, estos gastos varían considerablemente, y son los principales gastos que pueden manejarse en términos de incrementar o bajar el costo total de los dos años. Estar en Estados Unidos soltero o recién casado presenta un perfil claro de gastos muy diferentes si uno va con hijos. La elección de departamento puede incorporar o no un roommate, puedes querer vivir cerca o lejos del campus, puedes querer hacer todos los viajes posibles que el programa de MBA te ofrece, puedes querer ir a comer a restaurantes todas las noches posibles (que son muchísimas!) o comer en la casa. Esto lo decides tú. Y tiene una implicancia media en el costo total del programa si decides ahorrar un poco, o un impacto mayor si es que decides gastar sin problemas. El costo alternativo de tus ingresos laborales esos dos años como estudiante es algo que no es un flujo de caja evidente, pero si es algo que hay que considerar a la hora de hacer la evaluación financiera de si “conviene o no conviene irse a estudiar un MBA”. Tomar en cuenta estos dos elementos, sobre todo el último, hace que la opción no sea tan ventajosa en términos de valor presente de la opción de irse a estudiar. Si lo puede ser en términos de flujo de caja o también en el nivel de sueldos y trabajos a los que vas a tener acceso cuando trabajes post MBA, pero si realizas una evaluación del proyecto antes de irse, puede que no sea muy provechoso.

Finalmente, decidir hacer una postulación ir a un MBA de prestigio desde Latino América a otro país distinto de tu país de origen, es una de las decisiones más importantes de tu vida. Yo la tomé y estoy feliz de haber experimentado todo lo que hice en Wharton y porteriormente en Apple, pero ésta no debe ser una decisión que se tome a la ligera. Hay que poder contrarrestar los costos y beneficios (monetarios e intangibles) asociados a esa decisión y yo creo firmemente, que el MBA se paga si es que consideramos TODOS los beneficios asociados y no sólo los monetarios.

¿Y cómo puedo tener mayor claridad si un MBA es una buena opción para mí?

Para responder esa pregunta para el mayor número de personas posibles es que decidí crear LatinHumanCapital, y así poder guiar, orientar y ayudar lo más que pueda a postulantes como lo fui yo hace varios años atrás. Trabajar como coach de MBA ha sido una de las labores más motivantes que he tenido. La postulación a un MBA desde Latino América no debe ser mucho más complicada que la del resto del mundo. Un programa de MBA cambia tu vida y la de tu familia, y no puede ser que estas razones impidan cumplir con tu mayor potencial. Los programas de MBA no debiesen estar vetados a Latinoamericanos por razones como las antes descritas y mi labor es poder ayudar de la mejor manera posible a elevar ese número de postulantes si es que hace sentido a lo que quieres hacer con tu vida (no sólo laboral)

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